“¿Quien más va a controlar mis decisiones si yo soy el que las toma?”...
Suena lógico, sin embargo, debemos tomar en cuenta que el 40% de las “decisiones” que tomamos no son realmente decisiones, sino hábitos que repetimos de forma automática. Esto quiere decir que solamente “controlamos” el 60% de las decisiones restantes. Pero... ¿que tanto control tenemos realmente sobre ellas?
Suena lógico, sin embargo, debemos tomar en cuenta que el 40% de las “decisiones” que tomamos no son realmente decisiones, sino hábitos que repetimos de forma automática. Esto quiere decir que solamente “controlamos” el 60% de las decisiones restantes. Pero... ¿que tanto control tenemos realmente sobre ellas?